Si deseas realizar un evento ya sea íntimo o de gran repercusión social es un hecho que buscarás que sea lo más agradable y divertido posible y que redunde en algo inolvidable para todos. Por eso es en este artículo encontrarás lo que debe reunir un buen presentador de eventos.
Requisitos que debe reunir un presentador para lograr los objetivos
Está claro que el presentador siempre cuenta con tres funciones: informar, controlar y entretener. Estas deben ser llevadas a cabo de forma eficaz y acorde a lo que establece el evento para el que lo contrataron.
Respecto a la primera, su puesta en práctica debe ser la ideal desde el primer momento, ya que este último es el que causa la primera buena impresión por parte del público que, en caso contrario, arrancará desmotivado o confundido respecto de lo que verá.
Lo primero de todo es saludar y dar la bienvenida con énfasis y vehemencia y enseguida mencionar el nombre del show; por ejemplo. “Muuy buenas noches a todos! Bienvenidos una vez más al espectáculo público Ciudades Sustentables 2018”.

Las palabras son clave para un presentador
Concretamente hay que emitir las palabras e información en orden para luego contar un poco de qué tratará y dar a entender, a partir de los gestos, el énfasis y los movimientos corporales que se aproximan minutos u horas espectaculares.
El presentador está obligado a brindar al público la mejor introducción posible para que este sepa de qué tratará pero no de cualquier manera, sino revelando escasos detalles para que este pueda sacar sus propias conclusiones una vez que se efectúa y finaliza el show.
No obstante, puede ocurrir que la gran mayoría de los individuos allí presentes desconozcan por completo la temática del evento y sus artistas como también que sí lo tengan claro. De cualquier modo, el presentador siempre pensar en los que no lo saben.
Después de explicar brevemente lo que se aproxima, la persona que da inicio al show debe presentarse a sí misma; decir su nombre y apodo si lo tiene, hacer públicos los números y, si es necesario, dar a conocer el nombre de cada protagonista.
Al mismo tiempo, el presentador puede indicar de dónde es, por qué está ahí y cuál es el fin o motivo por el que los artistas brindarán dicho espectáculo. Un detalle no menor es la pronunciación correcta de los nombres para que después no quede marcado por un error básico.
Si el mismo se siente inseguro o con temor de equivocarse en alguna información, puede recurrir a un papel con anotaciones. Si está en condiciones de evitarlo mejor, pero, en caso contrario, quedará mejor que confundirse y decir algo incorrecto.
Y por último más allá de los nombres y la explicación de lo que están próximos a vivenciar, es importante que el presentador comunique cualquier inconveniente o percance para que el público no entre en desconfianza y comprenda las situaciones; por ejemplo, si un integrante de la banda se retrasó o tuvo algún problema.
En cuanto a la segunda, controlar, implica supervisar el orden y que todas las personas que están detrás de cámara o del escenario y hacen posible que el evento se desarrolle cumplan con sus respectivas funciones de manera óptima.
Estos son el personal del backstage, equipo de iluminación, técnico de sonido, organizador y director del espectáculo, entre otros. Se trata de grupos que casi siempre pasan desapercibidos por el público en general, pero son los principales responsables de todo.

Cuando el espectáculo ha iniciado
Una vez iniciado el espectáculo y con toda la euforia de los fans y seguidores allí presentes, el presentador es el único que puede controlar todo y con la responsabilidad que eso conlleva. Si él habla es porque algo está sucediendo.
Es importante también el control del cumplimiento de los tiempos y que el evento empiece y finalice en los tiempos estipulados. Si bien puede haber un error de unos segundos o minutos, todo debe consumarse tal como fue planeado y que cumpla con sus objetivos.
Además hay que sumar los tiempos de descanso, los minutos que transcurrirán entre las canciones y también sumarle un pequeño lapso de retraso para el comienzo de todo; es un ítem indispensable para que el público iguale o supere sus expectativas previas.
Justamente a este último también se lo debe controlar y hacer todo lo posible para que sus gritos, aplausos, movimientos y rostros que reflejan felicidad, entre otros, porque estas reacciones son las principales comunicadoras de si lo están pasando bien o mal y van más allá de las posteriores opiniones.
Claro está que no todo es cuestión de arte de magia o de una palabra o movimiento que sale bien y todo está perfecto o viceversa. Se trata de un show que debe ser llevadero de principio a fin y parejo y regular en todo lo que ofrece a sus espectadores.
La última, entretener. Si el presentador logra esto con el público presente, entonces concluirá en que está realizando muy bien su trabajo. Es la única cuestión que depende exclusivamente de él y se lleva a cabo al comienzo de todo.
Siempre ofreciendo la información pertinente, esta debe estar acompañada de gestos, humor y términos que se identifiquen con los individuos presentes y permitan entablar el mejor vínculo entre presentador-público y después público-evento.
Siempre los presentadores que más confianza ofrecen son los más conocidos. Si deseas organizar un evento pequeño o grande, debes constatar que el mismo pueda desarrollar sus tres principales funciones de la mejor y más eficaz manera posible y que todo sea un éxito total.
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