Con el paso del tiempo, aumenta la cantidad de consumidores que desean adquirir productos que además de ser eficaces, también sean favorables para el ecosistema.
Y dicha tendencia ha generado que las empresas se vean en la necesidad de desarrollar productos más sostenibles antes de poder ofrecerlos al mercado.
Asimismo, esto ha causado que ciertas empresas y marcas traten de engañar a los clientes, aunque los productos que ofrecen no sean amigables con el medioambiente, lo cual ha permitido el desarrollo de un proceso denominado greenwashing.
El cual supone un tipo de engaño realizado por ciertas marcas que tratan de presentarse como ambientalistas, aunque de hecho, no logran cumplir con las exigencias básicas necesarias para ayudar y proteger al ecosistema.
Por eso, es importante conocer no solo qué es el greenwhashing, sino también cómo evitarlo, y para lograrlo, en este artículo estaremos hablando precisamente sobre este tema.
¿En qué consiste el Greenwashing?
El greenwashing se trata de una publicidad engañosa, cuya finalidad consiste en tratar de apuntarse al movimiento ecológico que busca cuidar y proteger al medioambiente.
Sin embargo, aquellas empresas que recurren a dicha estrategia, únicamente se preocupan por incrementar sus beneficios al cambiar etiquetas y realizando millonarias campañas promocionales, que logran hacer que las compañías contaminantes convenzan a los consumidores de que son ecoamigables.
De modo que resulta preciso ser cuidadoso, dado que estas empresas suelen colocar tanto etiquetas falsas como certificaciones que no son reales, sino elaboradas por la misma compañía.
En este sentido, un claro ejemplo podría encontrarse en aquellas ocasiones donde las mercas tratan de comercializar aparatos electrónicos que dicen tener reducido consumo energético, y que se encuentra creados a partir de materiales dañinos para el ecosistema.
El greenwashing pretende transmitir un cierto mensaje que permita lograr que los clientes relacionen una empresa junto a algún movimiento sostenible.
Para esto, sus mensajes suelen estar llenos de afirmaciones que resultan imposibles confirmar, las cuales no se encuentran certificadas por ningún tercero, y que en caso de estarlo, es por una entidad desconocida. Además, suelen usar argumentos que recurren a conceptos explicados de forma errónea, por lo que promueven la confusión.
En conclusión, busca sacar provecho del concepto “natural”, el cual no se encuentra regulado en el ámbito legal, pero que un producto sea natural, no quiere decir que realmente es apropiado para la salud.
¿De qué manera surgió el greenwashing?
Durante los años 60, en medio de toda esa paz y el amor que se promovía, comenzó igualmente el amor hacia el planeta, por lo que el cuidado del medioambiente comenzó a adquirir una mayor importancia.
En esta época fue que empezaron a surgir los primeros anuncios donde las compañías buscaban dar a conocer a los consumidores lo verde que eran, incluso sin serlo de verdad.
Para la década de los 80, tras diversas tragedias ambientales, la defensa del medio ambiente empezó a adquirir una mayor fuerza; después y en los años 90, todas estas acciones adquirieron incluso una mayor seriedad.
Hoy en día ya somos conscientes de como funciona la relación de las empresas con el greenwashing, ya que mientras más recursos poseen, pareciera que invierten más en publicidad engañosa, y no tanto en ayudar a la conservación del medioambiente.
¿Cómo evitar el Greenwashing?
Actualmente, es evidente que aunque hay distintas compañías que desean poder mejorar el impacto de su actividad sobre el medioambiente, también existen aquellas que solo se preocupan por conseguir beneficios económicos a través de la “bandera verde”.
Por eso, a continuación deseamos presentar algunas recomendaciones que pueden ser útiles para lograr distinguir cuáles empresas y productos son realmente ecoamigables y cuáles son un engaño, de modo que sea posible evitar el greenwashing.
- Para empezar, es importante no dejarse llevar por las imágenes que puedan aparecer en el embalaje de los productos, lo más apropiado es prestar atención a sus etiquetas, y es que los productos sostenibles tienen que contar con certificaciones y para comprobar su veracidad es posible buscarlas online. En este sentido, algunas etiquetas conocidas son Ecológica Europea, Leaping Bunny, GOTS, ECO-BIO, B-Corp, Soil Association, WFTO, etc.
- Si un producto o empresa no ofrece suficiente información acerca de su implicación con el ecosistema, lo mejor es dudar, ya que las compañías y productos ecoamigables siempre ofrecerán información detallada acerca de su consumo energético, emisiones de efecto invernadero, calidad del aire y agua, e incluso sobre las condiciones de los empleados.
- Las iniciativas medioambientales suponen una acción esencial dentro de las actividades de una empresa sostenible, por lo que aquellas compañías que realmente se preocupen por el medioambiente deberían sentirse orgullosas, y ser capaces de explicarte con detalle lo que hacen como parte de su compromiso ecológico.
- También es apropiado revisar el sitio web de las empresas, e informarse si cuentan con alguna sección dedicada a hablar acerca de su compromiso y aporte hacia el medioambiente. Aquellas compañías que no proporcionen mucha información o lo hagan de manera imprecisa, probablemente no sean lo que dicen ser.
- Revisar los comentarios de otros clientes puede ser también una gran manera de evitar el greenwashing, para esto, Google y Youtube pueden ser excelentes aliados, y es que existen numerosos foros en los que los consumidores comparten sus opiniones y experiencias.
Prestando atención a cada uno de los aspectos mencionados previamente, es posible evitar el greenwashing, y asegurarse entonces de adquirir productos que sean realmente sostenibles, y estén fabricados por empresas que tengan un verdadero compromiso con el planeta.